El cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta nuestro planeta en la actualidad. Además de tener consecuencias ambientales, como el aumento del nivel del mar y la pérdida de biodiversidad, también tiene importantes implicaciones para nuestra salud en todo el mundo. Se prevé que estas consecuencias empeorarán en las próximas décadas, a menos que se tomen medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a las poblaciones a adaptarse.
Exploremos un poco la relación del cambio climático y salud. Los efectos que nos están afectando y qué podemos hacer al respecto.
¿Qué es el cambio climático?
Son cambios producidos a largo plazo en las temperaturas y patrones climáticos de nuestro planeta. Pueden ser naturales, debidos a variaciones en actividad solar o erupciones volcánicas. Sin embargo, a partir del siglo XIX las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente al uso de combustibles fósiles, como el carbón, gas, petróleo.
Estos combustibles generan emisiones de gases de efecto invernadero sobre el planeta, atrapando el calor y elevando las temperaturas
¿Cómo está afectando el cambio climático nuestra salud?
1- Calor extremo
Uno de los impactos más graves es el aumento de temperaturas extremas, incluyendo olas de calor. El calor extremo es especialmente peligroso porque empeora las condiciones de salud subyacentes como problemas cardíacos y pulmonares. Las olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y duraderas como resultado del cambio climático. Esto aumenta los riesgos de enfermedades relacionadas con el calor como deshidratación, agotamiento por calor, golpes de calor e incluso la muerte.
2- Enfermedades transmitidas por vectores
El cambio climático hace que las condiciones sean más propicias para la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos, garrapatas y otros insectos, como la malaria, el dengue, el chikungunya y el zika. Estos vectores prosperan a temperaturas más altas y con más lluvias intensas, lo que les permite sobrevivir durante más tiempo e invadir nuevos hábitats.
3- Problemas respiratorios y alergias
Las altas temperaturas, las tormentas más intensas y la polinización más temprana y prolongada como resultado del calor exacerban las enfermedades pulmonares como asma y alergias. Así mismo, las emisiones de gases de efecto invernadero están aumentando la concentración de contaminantes en el aire, como el dióxido de carbono y el ozono. Estos contaminantes pueden provocar problemas respiratorios, como el asma, y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
4- Estrés, ansiedad y otras enfermedades mentales
El estrés relacionado con el clima, como los desastres climáticos más frecuentes e intensos, está vinculado a una mayor incidencia de enfermedades mentales, incluyendo depresión, ansiedad, estrés postraumático y trastornos de consumo de sustancias. Esto afecta especialmente a las poblaciones vulnerables y de bajos ingresos.
5- Agua contaminada y escasez de alimentos
La contaminación del agua debido a inundaciones, sequías e intrusión de agua salada puede propagar enfermedades. Las temperaturas más cálidas pueden favorecer la proliferación de bacterias y virus en el agua y los alimentos, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por estos medios.
Estos y otros fenómenos meteorológicos extremos también pueden perturbar los sistemas alimentarios y reducir el acceso a alimentos nutritivos, lo que aumenta el riesgo de malnutrición y hambre.
¿Qué podemos hacer para proteger nuestra salud?
Afortunadamente, hay muchas cosas que podemos hacer para proteger nuestra salud frente al cambio climático.
Aquí hay algunas medidas que podemos tomar:
Acciones de salud individual
Reducir nuestra huella de carbono, puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Podemos hacer esto de muchas maneras, como reduciendo nuestro consumo de energía en el hogar, usando el transporte público o compartiendo el coche, y comiendo menos carne.
Estar preparados para eventos climáticos extremos como las olas de calor y las inundaciones, puede ayudarnos a proteger nuestra salud. Podemos hacer esto asegurándonos de tener suficiente agua potable y alimentos no perecederos en casa, y manteniéndonos informados sobre las alertas y consejos de las autoridades sanitarias.
Mejorar la calidad del aire en nuestros hogares, reduciendo el uso de productos químicos tóxicos, ventilando regularmente y usando purificadores de aire si es necesario.
Asegurarnos de consumir agua y alimentos seguros. Podemos hervir el agua antes de beberla, lavar bien los alimentos antes de consumirlos y asegurarnos de que estén bien cocidos.
Acciones de Salud Pública
Es importante tomar acciones de salud pública para evitar las peores consecuencias para la salud humana, se necesita una acción urgente para reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a las poblaciones a adaptarse. Esto incluye:
• Implementar energías renovables a gran escala y otras medidas para limitar el calentamiento global a 1,5 ° C por encima de los niveles preindustriales.
• Construir sistemas de salud resilientes al clima e informar e involucrar al público sobre los riesgos crecientes.
• Apoyar a las comunidades vulnerables, como los ancianos y los pobres.
• Mejorar los sistemas de vigilancia de enfermedades y prepararse para responder rápidamente a las epidemias.
• Fortalecer las redes eléctricas, las vías fluviales, los sistemas de transporte y otros servicios básicos esenciales.
Solo mediante medidas rápidas y audaces a nivel mundial podemos evitar los impactos más catastróficos sobre la salud humana vinculados al cambio climático.
Datos clave OPS
- El cambio climático no es solo un problema para las generaciones futuras, ya está sucediendo. Se registran temperaturas medias más altas cada año, y más personas se ven afectadas por desastres, enfermedades sensibles al clima y otras condiciones de salud.
- El cambio climático exacerba algunas amenazas para la salud y crea nuevos desafíos de salud públicos. En todo el mundo, analizando solo unos pocos indicadores de salud, ocurrirán 250,000 muertes adicionales por año en las próximas décadas como resultado del cambio climático.
- El sector salud tiene un papel importante que desempeñar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que son la causa del cambio climático. Deben realizarse inversiones para «ecologizar» las instalaciones para la atención de salud, con el uso de paneles solares, equipos de eficiencia energética y gestión de residuos. A nivel mundial, solo alrededor del 0,5% de la financiación climática multilateral se ha atribuido a proyectos de salud.
- Las instalaciones de atención médica también necesitan ser seguras y permanecer operativas durante y luego de desastres. En las Américas, un 67% de las instalaciones de atención médica están ubicadas en áreas proclives a desastres. En la última década, 24 millones de personas quedaron sin acceso a la atención médica por meses debido a daños de la infraestructura.
Podemos concluir que, el cambio climático está teniendo importantes implicaciones para nuestra salud. Desde eventos climáticos extremos hasta la contaminación del aire y la calidad del agua y los alimentos, hay muchas formas en que el cambio climático puede afectar nuestra salud.
Sin embargo, también hay muchas cosas que podemos hacer para protegernos. Si todos hacemos nuestra parte para reducir nuestra huella de carbono y prepararnos para eventos climáticos extremos, podemos ayudar a proteger nuestra salud y la salud de nuestro planeta.
Referencias:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/climate-change-and-health